Aquel que quiera ganarse la vida como escritor freelance se encontrará por el camino con las ofertas más dudosas, envueltas en un bonito papel de regalo.
El secreto de la fortuna
Basta escribir en el Google la fórmula "ganar dinero internet" para encontrarse con una página destacada, llamada "Mundo Virtual", donde la redactora nos describe muchas formas de engordar la billetera desde nuestra casa, sentados en pantuflas frente al monitor.
Una sección de esa página está dedicada a escribir artículos. Ahí, la redactora asegura ganancias de 40 a 200 dólares por artículo. "¡Fantástico!", piensa el lector, que ya empieza a fantasear con aquel viaje alrededor del mundo que postergó por demasiado tiempo.
¿Qué hay que hacer, entonces, para contactar con esas empresas dispuestas a pagar lo que corresponde a un periodista? Bueno, no se sabe. Lo que sí se sabe es que primero debemos pagarle 77 dólares a nuestra ilusionista. Una vez pagados esos 77 dólares, el camino a la fortuna está allanado.
¿Por qué Google destaca una página que pide dinero a los desocupados para ofrecerles un método dudoso? No lo sé. Lo que sí sé es que es un camino seguro para tener 77 dólares menos en el bolsillo.
Portales de freelancers
En el mismo rubro, pero con otros métodos, los portales de teletrabajo también piden dinero por paquetes premium que permiten postularse en más ofertas de trabajo, estar en el primer puesto entre los oferentes, acreditar conocimientos, etc. La misma idea de que el escritor debe pagar para acceder a una oportunidad de trabajo. ¡Y ni siquiera es un trabajo asegurado! A partir de ese momento, el postulante deberá competir con cientos y miles de otros postulantes, por trabajos que suelen ofrecer una remuneración ridícula.
¿Y entonces?
"Todo muy lindo, pero entonces ¿qué hago?", se preguntará el desanimado lector que llegó hasta acá. Lo que puedo recomendarles, basado en experiencia personal, es que busquen sus propios clientes, sin intermediarios.
En definitiva, busquen páginas que tengan algún defecto, o que puedan crecer con el conocimiento que ustedes ofrecen. Se trata de especializarse en algún o algunos temas y ofrecer esa sabiduría. Hay muchas empresas dispuestas a pagar algo razonable por el aporte que hacemos. Pero no busquen soluciones mágicas. Salvo algunos intermediarios muy específicos, lo mejor es ir a buscar al cliente.
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